BLOG DE ARTE Y OTRAS COSAS/ Auspiciado por ART and Space Keik Sosaieti/ Colaboradores: Gatías Michenzo Popus, Roco Au Noir, Daphne, Isabella Fendi (Eleonora Patiño), Carlota Lilith y Paul La Farce./No tiene corrector de estilo./ Nadie se hace responsable por el contenido ni por la forma de este blog.

domingo, 26 de julio de 2015

Repasando la historia oculta del critico persa de arte...Gatias Michenzo Popus (Popi)

Crítico persa continua en Lima




Se encuentra en Lima el famoso crítico de arte que es mundialmente reconocido por la entidad ART and Space Keik Sosaieti..

Cuenta la leyenda que, en los albores de este siglo, el crítico en mención empezó a hacerse famoso cuando en el local de la firma en la que laboraba como encargado de la limpieza ecológica, él eliminó- se cree que por error (en realidad no se sabe si por error o necesidad)- una de las muestras de una extraña planta que apareció en una de las oficinas de dicha firma, vegetal que él pensó que era yerba mala. Debido a este hecho, el crítico fue expulsado violentamente de aquella firma cuyos directivos también amenazaron su integridad física. Él huyó a las montañas y pidió asilo por intermedio de una humanitaria ingeniera civil civilizada que ya había escuchado hablar de sus dotes. Esta ardua gestión concluyó con la donación de un petit chateau (por parte de unas princesas cuyas identidades serán mantenidas en el anonimato por pedido de las mismas) en los alrededores de un también anónimo y bellísimo bosque (tipo bosque de cuento de hadas) para que sirviera de refugio a este extraordinario ser. En este petit chateau el individuo en mención se recuperó física, mental y emocionalmente gracias a los cuidados de médicos, enfermeras, peluqueros, psicólogos, psicoterapeutas y nuevos amigos que lo protegieron y descubrieron su verdadera personalidad: la de crítico.

Nos referimos al conocido Gatías Michenzo Popus (más conocido como “Popi” en su casa), de origen persa, cuyos comentarios y observaciones han sido difundidas por toda la costa oeste de Asia, San Isidro, la provincia del Llauca, la isla San Lorenzo y El Camotal del Océano Pacífico.



Se adjunta foto de don Gatías en el taller de Isabella Fendi.

“Lindas Muñes de Carlwarson”

                           
Daphne Raiser interpreta a una Linda Muñe


 Las lindas muñes de Carlwarson viajan divertidas a través de la tenebrosa mansión. Ellas disfrutan a pesar de la extrema violencia familiar. Son chicas solas, amigas que viajan en grupo y a veces se alojan en los escalones –ya sea en la escalera principal o en la de servicio.
Ellas duermen cuando vamos al colegio y están despiertas los sábados, domingos, días de fiesta, días de verano, o cuando estamos en casa y no hay nada que hacer o no nos dejan salir. 

Son especies de barbis, que imaginamos de carne y hueso. Tienen bonitas ropas. Son alegres: ríen, cantan, bailan y conversan. No tienen nombres, sólo son las “Lindas Muñes de Carlwarson” 

París y yo (por Eleonora Patiño)


PARÍS Y YO

París es un hito importantísimo y maravilloso en mi vida y, en especial, en mi carrera como dibujante erótica. Tuve la oportunidad de trabajar como arquitecta durante un par de años y luego estuve un año casi vagando, dando vueltas por allí para intentar saber lo que yo quería hacer, a que me quería dedicar pues en la arquitectura no encontraba la canalización de mi creatividad, de mi pasión, de mi fuego interno. Así, comencé a hacer cosas que hacía de pequeña y que ya casi estaban olvidadas. Hice muñecas de platina y dibujé. Por cierto, de niña, no realizaba dibujos eróticos… ( aunque, mientras trabajaba mi tesis de grado, ya grande, había hecho tres dibujos eróticos que luego perdí…).  Y, en esta situación  en la que me hallaba, en la cual mi única responsabilidad era encontrarme a mí misma, allí fue que empezaron a fluir de mi imaginación y de mis manos los dibujos eróticos en los que mi medio de trabajo era (y es) tinta china sobre papel. ¿Muy difícil?  No para mí quien durante muchísimos años he trabajado con este material, de una manera muy exquisita, con sumo cuidado y responsablemente (es decir, haciendo planos de arquitectura).

Una tarde mientras yo deambulaba por París, me llamó la atención el ingreso de un nido para niños pequeños-una escuela maternal: una gigantesca vulva era este ingreso. Los niñitos regresaban al origen: atravesaban la vagina de su madre en un sentido figurativo. Fue algo sorprendente. Esta entrada la diseñó Niki de Saint Phalle, artista plástica.

Un par de prostitutas de Saint Denis me insultaron cuando caminaba por esta calle con un amigo francés. Yo hice de cuenta  que no comprendía lo que me gritaban. En el Bois de Boulogne habían travestidos y prostitutas que trabajaban en pleno invierno cubiertos con abrigos de piel y desnudos bajo estos abrigos.     

Antes de viajar a París alguien me prestó un libro de arte erótico griego de la antigüedad. En el habían fotos de  gigantescas esculturas fálicas. Este libro me llamó mucho la atención y me quede pensando en lo que había visto.  A mi regreso otra persona me mostró el libro de la gran exposición erótica que se realizó  en Suecia de Phyllis  y Kronhausen. También me impresionó esto.

Desde niña tenía mucha curiosidad por el tema sexual. Aparte del impulso que quizá pueda tener todo niño de saber acerca del sexo, mi curiosidad estaba exacerbada por las fotografías de los diarios –publicidad de las películas que daban en los cines-en las cuales había parejas heterosexuales que estaban desnudas o semidesnudas besándose. En estas fotos las partes “pudendas” de los personajes que se amaban estaban cubiertas con rectángulos negros. Esto constituía lo máximo de la excitación: el fantasear  lo que pasaba allí, bajo esta “tapadura”. Intuía que algo muy intenso ocurría debajo de esta negrura.   O sea, no era tan efectiva esta censura: se conseguía lo que más se quería evitar…Era la censura moral imperante en esa época- censura que aún subsiste en nuestro medio a pesar de un clima de apertura que se publicita.

Mi tío Luis Mazzini Lanata hermano de mi madre era artista plástico. Esta profesión  no era bien vista por mi familia (y creo que por muchas personas). Su influencia pienso que fue decisiva para que yo me dedicara a las artes plásticas y a escribir muchos años después. En una carta que él le escribió a mi madre cuando yo era pequeña le decía que yo era muy parecida a él.


Desde niña  me apasionaba dibujar y yo tenía prácticamente prohibido hacerlo (a menos que fueran tareas del colegio) y esto me resultó doloroso. Es por esto que París  constituye algo así como una segunda oportunidad para mí: La de estar libre para cumplir con mi propio destino.

                Eleonora Patiño  (Isabella Fendi), Mayo del 2012